Poner un pie en Cala Llebeig, en El Poble Nou de Benitachell, es retroceder en el tiempo varios siglos. En ella no vas a encontrar grandes edificios y chiringuitos, ni siquiera una bandera o una caseta de socorristas. Sí, sin embargo, descubrirás algunas antiguas cabañas de pescadores y la singular edificación que daba albergue a los carabineros que vigilaban la costa. Esta cala aún te puede contar muchas de sus historias desde la memoria de sus cuevas y de algunos lugareños.
La belleza de Cala Llebeig
Cala del Llebeig apenas tiene unos 60 metros de playa donde tender tu toalla, aunque no encontrarás arena fina para hacerlo. Sus fondos son de roca, igual que las paredes de los acantilados que la rodean formando una U o herradura.
Las aguas son sumamente nítidas, ideales para descubrir su lecho a simple vista. De hecho, tienen esa transparencia de cristal que nos muestra los azules y verdes con tanta intensidad que parece una pintura.
Apenas un puñado de personas se acercan a ella cada día, menos si vas entre semana o fuera de las temporadas altas de turismo. Una media docena de construcciones, cabañas y casas cueva, han sobrevivido al paso del tiempo bastante bien conservadas. Sus muros se integran en la roca y las estructuras de sus tendales de sombra están hechas de caña de bambú. Son construcciones rústicas y humildes, de piedra y encaladas (más refugio y almacén de aperos que viviendas) que usaban en su faena los pescadores. Tal vez, antes lo hicieran los contrabandistas o piratas en su recalar.
Nacen, en su mayoría, pegadas a la superficie de los acantilados, casi cortados a pico, que muestran alguna vegetación de retamas, chaparros y pino mediterráneo cerca ya de sus cumbres. Poca sombra para el camino a pie, aunque este, única forma de acceder a Cala Llebeig de Benitachell, forma parte de su belleza.
Senderismo hasta la cala de Llebeig
En realidad, Cala de Llebeig pertenece a dos localidades. Aunque es pequeña, tanto Moraira como Benitachell se la reparten como una joya, por lo que es posible acceder desde ambos términos municipales.
Los senderos que conducen a la cala están bien señalizados y se pueden transitar con niños. Sin embargo, debes tener en cuenta que en la mayoría de los tramos no hay protecciones que resguarden de los acantilados. También, que las piedras pueden ser resbaladizas y que contarás con pocos puntos de sombra. Un buen calzado, gorras y agua son elementos imprescindibles, además de pisar con cuidado.
Si te preguntas a Cala Llebeig cómo llegar, lo mejor es que, desde cualquier punto de partida que elijas, sigas las indicaciones del sendero SL-CV50. Desde Moreira, te recomendamos el camino del Barranco de la Viuda, pues es la ruta más corta. También es donde podrás dejar el coche con menos problemas. Recuerda que los lugares de parking en Cala Llebeig son pocos y de escasas plazas.
Pero el recorrido más atractivo es el de la Ruta de los Acantilados. Aquí puedes dejar el vehículo en el aparcamiento de la cala de Testos y tomar el mencionado sendero que te llevará, primero, hacia la cala de Moreira y, en unos 3 kilómetros, a tu destino. Este camino es un excelente mirador a la Cala de Llebeig. Irás acompañado de unas vistas maravillosas y las cuevas te irán contando historias de pastores, piratas y aldeanos.
Actividades en Cala Llebeig
El senderismo es una de las actividades preferidas en este entorno. Diez itinerarios, circulares en algunos casos, te permiten descubrir cientos de maravillas. Todas son rutas de poca dificultad, aunque conviene siempre tener precaución. La fotografía que ofrecen estos itinerarios es muy apreciada por los aficionados y profesionales.
Una vez en la cala, el submarinismo y el esnórquel suelen ser las actividades más habituales. Los fondos rocosos albergan una gran variedad de especies marinas y sus aguas transparentes son ideales para el buceo de superficie. Y no te preocupes si no eres experto, ya que algunas empresas de la zona ofrecen estos servicios tutelados.
Otra de las aventuras más atractivas es la de recorrer los acantilados en kayak. De hecho, muchos son los que acceden a la cala a remo con estas embarcaciones o haciendo paddle surf sobre una tabla.
Si te decides por tomar la Ruta de los Acantilados y accedes a la cala de Moreira, puedes alquilar un kayak allí mismo e ir por mar hasta la Cala de Llebeig. Sin duda, será una magnífica experiencia que recordarás siempre.
Visitar las cuevas a lo largo del camino es otra experiencia que te encantará. Cada una te contará una historia a la que puedes añadir tu imaginación y las narraciones de algunos habitantes del lugar. Especialmente para los niños es apasionante.
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Como puedes ver, las posibilidades que te ofrecen las localidades de la costa en Alicante son un descubrimiento constante de paisajes, actividades, historia y aventuras. Si visitas esta provincia, vas a disfrutar de destinos tan atractivos como Cala Llebeig. ¡Reserva ahora tu alojamiento!